sábado, 25 de noviembre de 2006

Primeros días

Ya son tres días los que llevo dando clases y ya hay ciertas cosas que me llaman la atención acerca del aprendizaje de mis alumnos. El primero de los días tuve tres alumnos marroquís y dos subsaharianos. Todos comprendían bien el español, aunque no lo hablaban todos bien del todo. El problema que tenían es que no sabían leer ni esbribir, ni en su lengua ni en español, ya que pertenecían al grupo de alfabetización. Ellos aprendían rápido, la verdad. De estos cinco alumnos, las dos mujeres iban un poco más retrasadas que los chicos, los cuales ya conjugaban, un poco "de memorieta" los verbos irregulares como tener, ir, estar y ser. Me sorprendió que para ellos fueran más fáciles estos verbos que los de conjugación regular, ¡pero eso me dijeron! Supongo que serían más difíciles porque aun no habían trabajado con ellos...
El segundo de los días estuve con los alumnos de una profesora que faltaba en la clase de neolectores, personas con algo de afalbetización que ya leen más fluidamente. La verdad es que me pareció que incluso estaban más retrasados que los que había conocido el día anterior. Utilizaban fichas con dibujos para rellenar con el nombre de cada objeto pero desconocían muchos nombres y su escritura era algo más deficiente que la de los alumnos de un nivel , supuestamente, inferior. Estos alumnos, que eran tres, eran subsaharianos, no conozco la nacionalidad de cada uno. Como es lógico, cada uno de ellos tenían un diferente nivel dentro del grupo y cada uno tenía necesidades diferentes, por eso creo que es bueno que la enseñanza sea en grupos así de reducidos, pero claro, para ello sería ideal contar con un profesor por alumno, disponibilidad que no tenemos actualmente.
El alumno que más ayuda necesitaba tenía muchos problemas con la escritura de palabras que yo dictaba. Supongo que habría sido incluido en neolectores porque ya tendría algún conocimiento de lectura y escritura en su propia lengua pero se intuían algunas deficiencias, y no sólo en los sonidos esperable, como el abuso de la vocal i, confusión entre sonidos de z,c y s o problemas con las sílabas con consonantes implosivas. No culpo de ello a la coordinación del centro, que hace una gran labor, sino que creo que estas personas necesitan llevar un ritmo más lento. También vi, especialmente en este alumno, algo de impaciencia y frustración por ver que no avanzaba y que sus compañeros escribía más rapido que él y adelantaban más con las fichas. Enseguida le tranquilicé y le hice saber que todo se consigue poco a poco y que al final seguro podría. Como he dicho, tenía problemas con consonantes implosivas, en final de sílaba, y con las sílabas del tipo CCV: en lugar de "plátano" o "pista" decía "palatano" y "pisita" porque no conciben dos consonantes juntas, o una consonante sin vocal; también he observado la necesidad que tienen, los subsaharianos en general, de terminar las palabras en vocal: "camioni" por "camión". Por la misma razón es difícil para los hablantes de lenguas subsaharianas los diptongos. Les insisto en leer poco a poco y pronunciar despacio todas las letras (mejor dicho sílabas) que se vayan encontrando, aunque en un principio no entonen bien.

Creo que es importante para los profesores tener cierto conocimiento de las lenguas de sus alumnos, y con ésto me refiero a un conocimiento básico, por ejemplo de las consonantes de la lengua española que ellos no tienen, para insistir en ellas, o la concepción de la misma lengua, porque, según he leido en un interesante libro llamado Experiencias y propuestas para la enseñanza de L2 a personas inmigradas, las lenguas subsaharianas son principalmente orales, la escritura tiene menos importancia y así, lo oral tiene mucha información connotativa. "sus lenguas orales son mucho más ricas y retóricas" ( García Mateos: 2004, 72)

Esta tarde vuelvo a la escuela, espero tener muchas más experiencias que contar. Si por fin tengo alumnos fijos podré empezar a preparar materiales, por ahora no de Español para extranjeros, sino de alfabetización. Tengo muchas ganas de seguir. Hasta la próxima.


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