Tras llevar unos días con mi grupo nuevo de A1 y acabado el tema de las presentaciones y de repasar un poco los verbos en presente decidí hacer una unidad didáctica sobre la ciudad, para introducir los contenidos de las direcciones y de cómo pedir información en la calle. He intentado plantearla según el modelo de otras que he ido siguiendo alguna otra vez, con los contenido secuenciados y con una dificultad de menor a mayor. Me hubiera gustado que hubieran sido unas clases más participativas, pero a veces los alumnos están cansados de toda la semana y no están muy participativos. Me he cansado mucho y he decidido que a partir de ahora plantearé las cosas de modo que durante todas las explicaciones sean los alumnos los que lleven la clase más que yo. Había algunas horas en las que sólo hablaba yo y ellos escuchaban. Es lo malo de tener dos horas seguidas, que ellos están cansados y se cansan más y yo también. A veces hay que escuchar y aprender y otras hay que poner en práctica lo aprendido. Hoy espero que sea una clase de esas: que yo tenga que hablar menos y ellos más. Todos... que siempre se queda alguien sin hablar por pasar desapercibido. Hoy repasaremos y tendrán que trabajar por parejas. ¡A ver si las explicaciones de los días anteriores calaron!
viernes, 29 de febrero de 2008
jueves, 21 de febrero de 2008
Bienvenida a A1
Ya cuando escribía sobre alfabetización lo hacía en pasado. Y es que desde principio de año me he mudado a Español para extranjeros en el CODIA, me he mudado al pasillo de la izquierda. No son muchos metros más allá pero qué diferentes son las clases. Llevo un grupo de A1 que no son principiantes absolutos, se defienden hablando y algunos tienen estudios superiores, por lo que aprenden más deprisa (Mi coordinador los llama 0.5). Cuando repartieron el grupo de principiantes conmigo vinieron los alumnos más aventajados de aquella clase, es decir, alumnos que habían superado los primeros temas del libro o que hablaban mejor y podían avanzar más rápido que los demás. Comencé con 7 y en dos meses tengo 30 alumnos contabilizados. El caso es que como la asistencia no es nada regular vengo a tener cada día unos 13. Y claro, entre los que dejan de venir y los que me traen nuevos siempre rondamos la quincena.
Llevo diez clases, de dos horas cada una y ya me encuentro centrada. Tenía miedo a no saber controlar el tiempo, a no saber secuenciar... pero todo se aprende con tiempo. Al principio preparaba las clases pero no con total planificación pero en las últimas semanas ya he tenido tiempo de organizar los contenidos e intercalar léxico en la presentación de la gramática, las intervenciones orales de los alumnos... un poquito más de variedad. Un día que tuvimos que dedicar más de una hora a la gramática se notaba en sus caritas que aquello les cansaba mucho.
Pues cuando acabé los exámenes y por fin pude dedicarme más enteramente a preparar las clases me organicé y preparé una unidad didáctica que incluyera todo tipo de contenidos. La unidad era "La ciudad" y en ella incluía léxico de los servicios de la ciudad, los elementos de la calle..., gramática del hay/está para preguntar por la localización de los servicios, modos de dirigirse a personas desconocidas para introducir algunos contenido socioculturales y más cosas que especificaré en otra entrada dedicada a ¡mi primera UD!
Cuando acababa cada clase me sentía muy orgullosa por saber el buen trabajo que había hecho y de sentir que las dos horas no se les habían hecho largas a los alumnos y salían sonrientes dándome las gracias. Por fin me siento un poquito menos aficionada.
Señorita Fátima
"Todos los días queremos aprender español con la señorita Fátima"¡Qué ilusión! El viernes pasado bajé del cuatucho de las fotocopias y ésto encontré escrito en la pizarra. Un mensaje anónimo... No recuerdo si había faltas... supongo que sí, pero ¡qué impotaba!
miércoles, 20 de febrero de 2008
Alfatización + ELE o ELe + alfabetización
Por fin, tras un par de mesecillos puedo volver sobre mis reflexiones de ELE y alfabetización. Tras algunas lecturas que seguiré ampliando me he dado cuenta de que la pregunta no es cuándo acaba la alfabetización, sino que el problema está en el siguiente planteamiento: Alfabetización y ELE o ELE y alfabetización, es decir, ¿se puede aprender una lengua sin saber leer y escribir? Con respecto a esta última pregunta es tremendamente interesante y clarificador el artículo de Félix Villalba y Maite Hernández García, ¿Se puede aprender una lengua sin saber leer? Alfabetización y aprendizaje de una L2 en el Centro Virtual Cervantes. Lo leí hace tiempo, al comienzo de mis clases con alumnos no alfabetizados, pero en las últimas semanas lo he releído con más atención y "conocimiento de causa". Me gustaría resumir alguno de los interesantes puntos que tanto me han ayudado a organizar mis ideas.
Parece lógico comenzar con la definición de qué es ser analfabeto. Debido a la multitud de términos que se han ido acuñando con respecto a la analfabetización el artículo se centra en el enfoque que nos concierne a los profesores de Español como lengua extranjera a inmigrantes no alfabetizados: el analfabetismo funcional. El analfabetismo de nuestros alumnos en la lengua segunda e incluso en su lengua materna les impide relacionarse con total efectividad con la sociedad en la que viven en ámbitos culturales, políticos, económicos, pero lo más importante, en ámbitos de la vida cotidiana: nombres de calles, indicaciones en estaciones de metro, notas de los profesores de los niños, impresos administrativos...
Es esto lo que debemos tener como prioridad. Según F.Villaba y M.T. Hernández se han de contemplar las siguientes variables:
- Se ha de aplicar al marco social particular del alumno
- La propuesta debe ser transformadora
- Debe partir en todo momento de los intereses del alumno
- Han de orientarse al desarrollo persona
- Han de adecuarse a la características y estrategias cognitivas de los participantes.
En cuanto a los métodos de enseñanza y aprendizaje, descubrí con mi lectura que el método que seguía en mis clases era el método sintético puro: vocales, consonantes, sílabas directas, inversas, mixtas, formación de palabras mediante sílabas y por fin palabras. Esta secuencia era muy larga, tanto que yo me preguntaba cuándo acabaría y podrían tener independencia para aprender el español en las clases superiores a la mía. Resulta algo abstracto, pasan meses hasta que comienzan a adquirir capacidades que les permitan formar y leer palabras en la composición de esas sílabas, palabras que conocen, que dicen, pero que nunca han visto escritas y que cuando las ven se sorprenden de reconocer. No es el más adecuado, pero hay que decir a su favor que es el más fácil de aplicar para los profesores voluntarios, no especialistas en el tema y que no disponen de tiempo para estructurar su trabajo.. en definitiva para complicarse, porque bastante mérito tienen.
El método analítico puro, o global de Declory parte desde la descomposición de frases sencillas y desde ahí analiza elementos simple como palabras y sílabas posteriormente. Éste método es efectivo para enseñar una lengua ala vez que se alfabetiza. Así el proceso del aprendizaje de lectoescritura se lleva a cabo con textos reales, inscritos en el diálogo y la comunicación oral, en contextos específicos.
Entonces, se entiende que la alfabetización no es tan indispensable en los primeros estadios del aprendizaje de una L2. Una mínima competencia comunicativa en la L2 es esencial para que el proceso tome buen camino y sea fructífero. En un orden de prioridades el domino de destrezas orales es primordial y a ellas hay que atender en un primer momento para dar al alumno cierta autonomía comunicativa de manera temprana.
Es más, la enseñanza a adultos conlleva otras dificultades:
- La memoria es de tipo auditivo, menos visual.
- La memoria a corto plazo puede sobrecargarse rápidamente
- Su atención se dirige a la resolución de problemas de la vida cotidiana
Así pues los autores exponen propuestas didácticas:
- Input variado, real y lo más significativo posible.
- Fomentar el desarrollo de estrategias de formulación de hipótesis e inferencias
- Las muestras deben ser breves para no sobrecargar al alumno.
- Los materiales gráficos deben resultar evocadores
- La secuenciación de contenidos debe ser recurrente
En cuanto a la alfabetización en una L2 hay que saber orientar la enseñanza a lo realmente útil para el alumno. Un alumno adulto inmigrantes aprendiente de la L2 no leerá más que un adulto nativo. Dejando aparte la lectura por ocio, los textos que leerá serán limitados a la vida familiar, el trabajo o la administración, y del mismo modo con respecto a la escritura. Deben resolverse problemas referidos a la comprensión y expresión de datos personales en impresos, información personal, direcciones, o transmisión de instrucciones sencillas.
Como resumen, los autores destacan dos posibles momentos:
- El aprendizaje simultaneo de la L2 con la alfabetización funcional
- El aprendizaje de la L2 tras haber alcanzado un mínimo nivel comunicativo.
La segunda opción, a mi parecer, facilita mucho la rápida evolución de las competencias del alumno para desenvolverse en la nueva sociedad. Él mismo, con confianza en que puede defenderse en el nuevo idioma, se sentirá más capaz y más seguro. Con ello vencemos en los alumnos ese miedo a interactuar con otros miembros de la sociedad: vecinos, compañeros de trabajo, amigos...
Así pueden percibir que el tiempo y esfuerzo que invierten en ir a clase les da resultado pronto y pueden aprovechar al máximo la oportunidad.